Buscar este blog

miércoles, 9 de enero de 2008

La petición de mano.

Fui a casa de tu padre demente
tal como; cariño, me lo pediste
y amor mío, tal como exigiste,
tu mano le pedí, tímidamente.

Tu padre me ha zampado una contesta
(con cara de concreto y mirada de ballesta)
que abundaba de sorna y cobardía:

-Hombre, a dar lo que pide accedería
y la mano de mi hija entregaría,
pero, ¿qué clase de padre sería
si yo cometiera tal tontería?-
(dice mientras su camisa desabrocha):

-Comprenda pues; ¡la dejaría mocha!-

No hay comentarios: