¿Zapatos nuevos a mí?
si me destrozan talones
y martirizan mis callos
si me torturan los dedos
y son la hoz de mi empeine.
¿Zapatos nuevos a mí?
ni hablar, no señor.
Yo me quedo con los viejos
que de caricias me llenan
y que a mi piel la consienten
sin importar el camino
sin miramientos de senda:
sobre piedras y guijarros
entre abrojos y entre espinos,
yo disfruto del paseo
contemplando las auroras
si en mis pies estoy calzando
mis tiernos zapatos viejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario