-¡Crucifícame!-
dijo en su llanto el poeta
a su amada dulcinea
para que usted vea
ella ni caso le hizo...
Así es como nos empalan
las mujeres al altar
y de tanto caminar
terminamos tan cansados
tan jodidos
marginados
y dolidos
que ya no podemos ni pensar.
Crucifícame
de una vez:
Soledad indolente
junto a Ausencia
la muy ingrata
me han cortado la sonata
y toda la inspiración.
Y Manola ya se apresta
a exigir el maratón
que me seque toda sangre
con razón o sin razón.
Perdón les pido poetas
por esta intromisión
que busca matarlos de risa
y aliviar su procesión...
dijo en su llanto el poeta
a su amada dulcinea
para que usted vea
ella ni caso le hizo...
Así es como nos empalan
las mujeres al altar
y de tanto caminar
terminamos tan cansados
tan jodidos
marginados
y dolidos
que ya no podemos ni pensar.
Crucifícame
de una vez:
Soledad indolente
junto a Ausencia
la muy ingrata
me han cortado la sonata
y toda la inspiración.
Y Manola ya se apresta
a exigir el maratón
que me seque toda sangre
con razón o sin razón.
Perdón les pido poetas
por esta intromisión
que busca matarlos de risa
y aliviar su procesión...
No hay comentarios:
Publicar un comentario